«El orden eclesiástico no compone sino un solo cuerpo. En cambio la sociedad está dividida en tres órdenes. Aparte del ya citado, la ley reconoce otras dos condiciones: el noble y el siervo, que no se rigen por la misma ley. Los nobles son los guerreros, los protectores de las iglesias. Defienden a todo el pueblo, a los grandes lo mismo que a los pequeños y al mismo tiempo se protegen a ellos mismos. La otra clase es la de los siervos. Esta raza de desgraciados no posee nada sin sufrimiento. Provisiones y vestidos son suministrados a todos por ellos, pues los hombres libres no pueden valerse sin ellos. Así pues, la ciudad de Dios, que es tenida como una, en realidad es triple. Unos rezan, otros luchan y otros trabajan. Los tres órdenes viven juntos y no sufrirían una separación. Los servicios de cada uno de estos órdenes permiten los trabajos de los otros dos. Y cada uno a su vez presta apoyo a los demás. Mientras esta ley ha estado en vigor el mundo ha estado en paz».
ADALBERÓN DE LAON. Carmen ad Robertum regem francorum (Poema sobre Roberto, rey de los francos).
Según este clérigo, ¿cuales son los tres órdenes en los que se divide la sociedad de su época?
Según el texto, ¿cuál es la función de cada uno?
El clero rezaba, los nobles cazaban y los siervos trabajaban.
Los siervos trabajaban, el clero rezaba y los nobles luchaban para defender a la población.
Los nobles y el clero luchaban para proteger las iglesias y los siervos trabajaban.
¿Considera el autor del texto que la labor de algunos de ellos es innecesaria?
No, cada una de las labores eran necesarias para que se desarrollaran las otras dos.
No, aunque algunas labores son más importantes que otras.
Si. La labor más importante era la que realizaba los sirvientes ya que los hombres libres (clero y nobleza) no podían valerse sin ellos.
¿Qué da a entender el clérigo que pasaría si no se respeta esta separación de ódenes y trabajos?